permiso

Permiso, pedir la palabra, tocar una puerta, pertenecer a una tribu, ser de una «comunidad», sentirse protegido, preguntar para avanzar, pedir opinión para avanzar, rechazar el cambio, ideas para satisfacer pero sobretodo permiso para conseguir algo que acepte y apruebe los demás.

Una de la esencia que he tenido durante el camino es pedir permiso, sentirme aceptada dentro de una comunidad pero llega un momento en que todo aquéllo demuestra que se prefiere estar en una zona donde la seguridad es máxima, donde esperas que un mail y sólo mail te diga ¡ok, me encanta tu idea estás dentro! y tan fácil lo tomamos como tan fácil aceptamos que es lo genial para ser diferentes.

No eres diferente cuando esperas que te dan el permiso, no eres capaz de salir de lo que has delimitado para sentirte seguro. No mola cuando intentas una y otra vez tocar una puerta para esperar el permiso, porque realmente se necesita sentir aceptado para estar bajo un status o un paradigma donde siempre existirán clases.

No mola pedir permiso, no mola escribir un mail con brillantes ideas si no eres capaz de desarrollarlas una vez que las «pares», «escupes» y redactas en un mail esperando la aceptación, lo que realmente mola es que esas ideas las cojas te rodees de un grupo de personas que consideres idóneas, para hacerlas realidad, pero jamás esperes la aceptación de quien establece jerarquías ni esperes a que su dedo te diga eres ok para ser parte de una comunidad donde tú estarás bajo unas reglas de un juego donde el confort es lo perseguido.

Permiso o no permiso, eres tú quien decides si entrar en el juego, si aceptar unas reglas, si romper lo manido del status, si hablar más que hacer, si esperar la aprobación, en definitiva es tu turno o tu permiso.

[piopialo vcboxed=»1″]Pedir permiso, es vivir bajo un status y la aprobación[/piopialo]

Photo Credit: billsoPHOTO