Una corriente de socialización, humanización se asienta sobre el nuevo marketing, se emplea un branding emocional capaz de conectar con los sentimientos del consumidor sin miedo al fracaso y sin pánico a vibrar con las experiencias creadas. Pero una cuestión asalta a esta manera de entender las relaciones entre marca y persona, ¿ se realiza un marketing de experiencias responsable? ¿se compromete las empresas con el consumidor?, la respuesta a dichas cuestiones se encuentra en usted y en la percepción recibida en cada una de las acciones realizadas por su marca predilecta. Debe ser usted quien juzgue las acciones emocionales recibidas por parte de la marca y determinar si es o no responsable con sus sentimientos.

Varias preguntas pueden inundar la mente de un consumidor: ¿Es una marca verdaderamente social? o asistimos a una competición río abajo y sin bote salvavidas en la que se pesca consumidores sin escrúpulos ninguno, y con el mínimo interés de los sentimientos o supuestas experiencias creadas por la marca en cada una de sus acciones plagadas de branding, branded content o storytelling. Dígame usted lo que piensa, no quisiera transferir ni inmiscuirme en sus sentimientos, pero siento decirle que la responsabilidad de ciertas marcas no es la adecuada, hágase una pregunta ¿su marca le cuida?.

Las marcas deben generar contenidos y crear experiencias que las humanice, pero responsablemente y adquiriendo un compromiso ético, moral y de unión con el consumidor. Para hacer engagement y branding emocional se necesita de la responsabilidad y del compromiso de que tal acción es verdadera sin ánimo de lucro, con la finalidad de crear unos lazos eternos de amor entre marca y persona.

No se puede hablar de marketing de experiencias, cuando el único objetivo perseguido por una marca es conseguir un determinado número de consumidores, incrementar las ventas y si le he visto ni me acuerdo, no se debe jugar con los sentimientos porque los principales perjudicados, los consumidores, comenzará una batalla anti-marca que acabará con su imagen de marca, reputación y sobretodo con su propia empresa debido a las acciones irresponsables llevada a cabo por usted.

Si desea conquistar, fidelizar, atraer y atrapar en un halo de emociones al consumidor hágalo desde la sinceridad con base a unos principios morales que no deben ser corrompidos por el afán de ser un líder en ventas o convertirse en la panacea del mercado.

El marketing de experiencias, es aquel que debe enganchar con un engagement responsable y comprometido, para hacer este tipo de marketing se debe sentir lo que se realiza, y para sentirlo debe humanizarse y comenzar su revolución social. Para llevarlo a la práctica analice y piense en que sus contenidos son responsables, no ensucie el nombre del marketing humanizador y experiencial, no intente apuntarse un tanto de emociones o experiencias únicas, jugar con fuego no es bueno ni para su marca ni para el entorno que rodea a su empresa, corre el riesgo de quemarse.

Ante todo, responsabilidad en los contenidos aún más tratándose de sentimientos. Si usted quiere socializar y humanizar lea antes el decálogo para la construcción de una lovermark y sabrá como amar al consumidor.