Nuevo hábitos, formas de comunicación transforma al consumidor de pasivo a activo, no sólo busca información sino que es partícipe de ella y colabora. Es el tiempo de compartir experiencias de marcas a través de blog o redes sociales como Twitter, Facebook, Flickr o entre otras. Captar a dicho usuario no requiere de publicidad masiva e intrusiva, se necesita iniciar una etapa de tú a tú, pantalla a pantalla y saber crear un feedback que alimente la nueva relación entre marca y usuario.

Atrás quedó el tiempo del consumidor “bebedor” de publicidad, sin poder discriminar que era de su gusto o no, su poder de elección era limitado se bombardeaba, se abría puertas sin permiso, ahora no. El consumidor despertó de su letargo y elige que es lo desea, cuando y cómo, él mismo participa en las etapas de la marca, comparte su momentos e influyen en las etapas de decisión de compra de otros usuarios traspasando barreras geográficas.

El nuevo consumidor desea una relación fuerte y de engagement con su marca, solicita su atención, requiere de un continuo feedback necesita ser correspondido por su marca “preferida” o por el producto que satisface sus deseos, no busca que lo bombardee o le cuente las características del producto ya que es perfecto conocedor de las mismas, busca una relación un tú a tú para reafirmarse de que su marca es socializadora y que no tiene miedo a derribar la puerta fría que les separa.

Las marcas deben iniciar un proceso de socialización y adaptarse a su rey 2.0, es necesario comunicarse, hablar y conocer el entorno del consumidor a través del social media, no debe influir en sus hábitos o comportamientos sino ser partícipes en ellos, monitorizar a su rey es conocerle y saber que es lo que necesita, estamos ante un nuevo marketing socializado y muy humanizado, atrás quedaron los métodos impersonales, para acercarse a las personas.

El rey 2.0 es el eje de las marcas, es el punto de engagement y la marca debe fomentar una biosfera cargada de sentimientos. El papel de las marcas es fomentar el nacimiento de experiencias y momentos únicos, es practicar branding emocional cediendo el protagonismo a sus rey 2.0 dando lugar a un branded content que haga sentir al nuevo consumidor que es el protagonista de cada uno de sus pasos.

“No intente modificar el compartimiento 2.0, pues esto es nocivo y perjudicial para su marca. Viva el momento con el consumidor y sea conocedor de sus hábitos, hágale sentir único y especial”.

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