Un acto sobrecogido
Un acto sobrecogedor, un acto de conocer cada una de las aristas, líneas, esbozos que te hacen vivir en este momento presente, sobrecogedor porque asistes como un espectador al cambio y al camino, sobrecogedor que te estremece el alma, es sobrecogedor cuando sientes que no eres tú y buscas un nuevo cambio.

Es sobrecogedor y alentador

1º Conocer y reconocer tus fallos, errores y fracasos. Busca tus debilidades e impúlsate de ellas, incrementa tus fortalezas y aprovecha tus amenazas como virtud.
2º Impulsarte y ver nuevos horizontes. Miedo, puede, busca nuevas formas, quizás has de plantearte la mayoría de las decisiones de tu vida.
3º  Fijar tus reglas, tus límites, tus decisiones. Crea tu lista, yo tengo 17 reglas, límites para empezar a vivir mi vida personal y equilibrar la profesional.
4º Eliminar ruido exterior, centras tu mirada en lo que realmente importa, apartas de tu vida tengo 1 carrera, 2 MBA, varios proyectos a mis espaldas, alentador porque desde la sencillez sobresales, borras lo tóxico y desachas lo que no te alimenta el alma. Los títulos no te aseguran nada, simplemente son papeles, lo que realmente importa es cuando haces algo brillante desde el trabajo, esfuerzo y humildad.
5º Marcar tu ritmo, tu pausa, tu estilo se vida. Eres tu verdadero yo, con miedos pero con plena libertad.
6º Aceptar el fracaso, yo lo he hecho, he fracasado, he llegado al límite. Aprendo de él.
7º Decir NO. Aquí te cuento por qué has de aprender a decir no, espero no te pase como a mí. No a tiempo, es salud.
Quizás estar en un punto de inflexión, o ignorarlo durante años y verte en ese desierto te hace replantear los pasos para buscar la libertad, quizás con ese punto de inflexión encuentre ese impulso y con este punto tan sobrecogedor pueda ver el momento para ser yo.
Photo Credit:Evelyn Berg