En continuo aprendizaje desde nuestro nacimiento, nunca dejaremos de sorprendernos con cada momento que nos regala la vida, ya sea para bien o para mal.
Un día notamos en nuestro paladar el dulce sabor de la victoria, del reconocimiento y notoriedad.Pero otro día, la vida nos sacude como el viento a las hojas del otoño.
No te rindas, piensa que cada golpe, te otorgará sabiduría y experencia, no desistas no te desanimes sigue y sigue hasta conseguir tus objetivos. No dejes de apostar por ti, de crear tu mundo en el que te sientes realizado, nadie nos dijo que sería fácil y si lo fuera no habría reto ni aliento ninguno en nuestro camino allanado.
El don de saber aguantar la tormenta nos dará la capacidad de correr hacia un sitio mejor, no esperes a que nazcan claros porque las oportunidades no caen del cielo.
Pierde el miedo de no creer en ti, eres un valor seguro y tienes lo que se necesita para superar el vertigo y el mal de alturas. Lánzate y sigue aprendiendo cada día de la lecciones que te da la vida.